“Llevamos décadas ofreciendo a profesores y alumnos materiales para el aprendizaje del inglés. Somos una referencia y estaban esperando a que lanzásemos una prueba de certificación”, explica Peter Marshall, director de Oxford University Press, la editorial de esta universidad y responsable del diseño de la prueba, que se realiza 100% online. La principal diferencia con las pruebas de Cambridge, que miden el nivel de conocimientos a través de unos exámenes estándar -los famosos First (nivel intermedio), Advanced (avanzado) o Proficiency (superior)-, es que Oxford ha apostado por un único examen que permite al alumno conocer su nivel.
Oxford y Cambridge son las universidades más antiguas del mundo anglosajón, fundadas en 1096 y 1209, respectivamente, y las máximas rivales en Reino Unido. De la primera han salido 52 premios Nobel y de la segunda 92.
Ventajas de Oxford Test of English
Concretamente, se certifica el A1, B1 y B2, según el Marco Común Europeo de Referencia. “La ventaja es que no hace falta preparación específica, nadie aprueba o suspende, sino que todo el mundo certifica su nivel”, explica Marshall. Por primera vez, este examen permite conocer el nivel de conocimientos de cada una de las cuatro destrezas por separado: reading, listening, writing and speaking (en español, comprensión lectora, auditiva, escritura y expresión oral).
Otra de las diferencias es la duración del examen, dos horas frente a las tres y media de Cambridge, y el tiempo de espera para la obtención de los resultados, que es de dos semanas. “Es un examen adaptativo. En función de las respuestas que el alumno va dando, el nivel de la comprensión lectora y auditiva va variando para afinar el grado de dificultad”, señala Marshall.
El País | Ana Torres Menárguez